No es la primera vez que subo una receta de las muchas publicadas en los libros que nos trajimos de nuestro viaje por Turquía. Fué una experiencia inolvidable. Luego, viendo como están evolucionando los acontecimientos por la zona, hemos pensado que aquel viaje lo realizamos en el momento justo. Ahora quizás, con la tensión la zona, nos lo pensaríamos.
En fin, volviendo al tema que nos ocupa. Esta receta es complicada de elaborar pero a su vez tan versátil que no os costará nada hacerla. La forma ortodoxa, la que yo sufrí, es siguiendo las instrucciones que os indico aquí. Es decir, haciendo la masa tu mismo , extendiéndola (lo más complicado) , envolviendo el relleno y luego cortándolo. Se pasa mal.
La forma sencilla es usando alternativas. La mejor es usar hojaldre refrigerado. Existen muchas marcas en el mercado. Particularmente tanto las de Lidl (no me promocionan) o Mercadona (tampoco) dan los mejores resultados porque tienen menos manteca.
Además, para el relleno , podéis poner lo que queráis. Eso sí, si ponéis pollo ya entonces no serán caracolas de espinacas xD evidentemente. Admite cualquier sofrito, mezcla, farsa, que quede consistente para que luego no se salga al enrollar. Ánimo!
Ingredientes:
- 500grs de espinacas, cortadas y lavadas.
- 2 cebolletas.
- 100grs de queso fresco.
- 50grs de queso de cabra.
- Rodajas de salami, unas 7.
- Pimentón picante, una cucharadita.
- Aceite de oliva.
- Azúcar.
- Sal.
- Ajo en polvo.
- Comino en polvo.
Para la masa ( o bien, dos planchas de hojaldre refrigerado ) :
- 2 tazas de harina de trigo normal, no fuerza.
- 1 taza de aceite de oliva.
- 1 taza de yogur natural sin azúcar.
- Vinagre, una cucharada.
- Bicarbonato, una cucharada.
- Sal, una pizca.
- Huevo y agua (opcional).
Elaboración:
Primero vamos a hacer la masa. Para ello, y usando siempre la misma medida de taza, ponemos todos los ingredientes en un bol y amasamos hasta que quede una masa suave y que no se pegue. Si os queda demasiado húmeda podéis añadir un poco de harina sin pasarnos. Una vez finalizada, la boleamos y guardamos tapada en la nevera una media hora.
Para el relleno, ponemos un fondo de aceite en una sartén amplia y sofreímos las cebolletas cortadas en rodajas finas. Añadimos las espinacas y dejamos hacer hasta que se haya consumido el agua que sueltan. A continuación añadimos el salami cortado en tiritas, un poquito de pimentón picante, la sal y el azúcar, comino y ajo, una pizca de cada uno. Damos un par de vueltas y apartamos del fuego. Picamos los quesos y los añadimos a las verduras. Mezclamos un poco y comenzamos con el montaje.
Dividimos nuestra masa en dos partes y extendemos una de ellas formando un rectángulo lo más extenso y fino que podamos. Depositamos una primera capa con la mitad de nuestro relleno de espinacas de forma uniforme sobre la masa, dejando por delante y por detrás un borde de unos dos centímetros.
Hacemos ahora lo mismo con la otra mitad de la masa y usamos el resto de relleno de espinacas por encima , dejando los bordes como antes. Ahora , comenzando por la parte más cercana a nosotros, envolvemos toda la masa sobre sí misma hasta formar un rollo. Es el proceso más complicado. La dejamos reposar un poco y la cortamos en espirales de unos cinco centímetros de grosor. Una vez los tengamos, los colocamos en una fuente de horno engrasada o usando papel de hornear y cocemos a 180ºC hasta que se doren.
En caso de usar hojaldre,sólo tenemos que extender con el rodillo nuestra masa hasta darle forma rectangular. Eso sí, hay que dejarla lo más finita posible. El resto es igual. También podemos pintar los rollitos con un huevo batido junto con un chorrito de agua, antes de meterlos en el horno.
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